Apúntate GRATIS al Curso de Marketing para Terapeutas

Hola masajista!

Estoy muy contenta de contarte que este noviembre no va a ser un noviembre cualquiera.

Y es que he preparado un montón de contenido muy interesante que te va a ayudar a lanzar tu carrera como masajista, terapeuta, reflexólog@… ¡no importa lo que hagas en cabina!

Tenlo claro: necesitas esto que te voy a contar.

Porque ya puedes tener los mejores tratamientos, la maquinaria más novedosa y tecnológica, los productos más exclusivos, la camilla más cómoda, la cabina de masaje más molona… pero nada importa si no entra nadie por tu puerta, o si no hacen más que entrar pero a ti no te salen las cuentas a final de mes.

Gracias a este contenido, que vas a recibir TOTALMENTE GRATIS, vas a poder comprender mejor tu negocio, lo que necesitas saber sí o sí para gestionarlo, te hablaré de cuestiones económicas, de marketing, publicidad, trato al cliente, incluso de mentalidad empresarial.

No te voy a preguntar si te gustaría apuntarte, te digo ya que NECESITAS APUNTARTE.

Porque ya sabes que cuando tienes tu propio negocio no es suficiente con hacer buenos tratamientos, hay muchas más cosas implicadas en el éxito o fracaso de un negocio, y a lo largo de esta semana y la siguiente te lo voy a contar todo.

Y necesitas apuntarte porque NECESITAS QUE TU NEGOCIO SEA RENTABLE.

Ya lo decía el grupo El Último de la Fila, «cuando la pobreza entra por la puerta el amor salta por la ventana».

Pero no me refiero al amor que otros puedan sentir, sino A TU AMOR PROPIO.

Al menos yo, cuando no conseguía que mi negocio fuera rentable, me sentía como una mierda.

Fracasada, inútil… y todo lo malo que puedas pensar.

Lo pasas mal, muy mal, y las noches son muy duras… y no me gustaría que pasaras por lo mismo.

Por esto, rellenando este formulario, durante las próximas 2 semanas llegarán a tu correo GRATIS e-mails contándote las cosas más importantes que tienes que saber y que tienes que hacer para tener un negocio rentable.

Aprovecha esta oportunidad, NO TE COSTARÁ NADA.

¡Te espero dentro!

Un quiroabrazo,