5 Cosas Que Pueden Mejorar Tu Masaje Como Cliente

O cómo ser el cliente que todo masajista querría tener

Cosas A tener en Cuenta Para Un Masaje Espectacular

#1 No digas “No puedes hacerme daño” o “Aprieta tanto como quieras”

Un masajista puede hacerte daño.

Sabemos dónde está cada plexo nervioso cerca de la superficie. Conocemos todos los puntos de unión de tus músculos. Son los mismos sitios que en la mayoría de las artes marciales. Así que si quisieramos, podríamos darte el equivalente a un golpe de karate. También sabemos cómo usar nuestras “herramientas” (codos, nudillos, etc.) para crear el mayor beneficio durante un masaje. Si elegimos una herramienta estrecha (como un codo) en lugar de una herramienta ancha (como un antebrazo), hacemos que el golpe sea más intenso. Cuando dices “aprieta tanto como quieras”, normalmente empezamos a ejercer más presión.

Si quisieramos darte una lección sobre cómo dejar que tu terapeuta escoja la mejor herramienta y presión, podríamos usar un codo en tu tendón de la corva y hacer que quisieras arrastrarte fuera de la mesa.

Pero tranquilo, no vamos a hacer esas cosas, porque cuando estás en nuestra camilla, eres nuestra responsabilidad y queremos que te vayas feliz y con menos dolor.

Además, este tipo de comentarios no nos ayuda en absoluto a darte el masaje que quieres.

Tal vez puedas soportar mucha presión en la espalda, pero no en las piernas. Comunícate durante todo el masaje si no te damos la presión que quieres. Intenta decir “Me vendría bien un poco más de presión en tal sitio”. Y si te preguntamos si necesitas más, no dudes en ser honesto. Te lo preguntamos porque realmente queremos saberlo.

Un masajista experimentado y bien formado sabe cómo leer el lenguaje corporal de su cliente y la reacción de sus músculos para ajustar la presión en consecuencia. Rara vez tenemos que preguntar sobre la presión. Pero esto no significa que no puedas o no debas pedir más presión si la necesitas.

#2 Deja de pensar que el masaje tiene que doler para ser beneficioso

Algunas personas necesitan un trabajo de tejido profundo. Algunas personas necesitan que se calme su sistema nervioso. Algunas personas sólo necesitan una hora de silencio con alguien más que las cuide.

Hónrate a ti mismo y a tu cuerpo.

No es una competición para ver quien puede aguantar más sin quejarse.

#3 Ven bien hidratado

Esto tampoco significa que debas beber un litro de agua 10 minutos antes de tu masaje o te sentirás tremendamente incómodo a mitad de tratamiento. De hecho deberías estar bebiendo mínimo dos litros de agua al día.

Hazlo durante los días anteriores y posteriores al masaje y te sentirás menos dolorido y tus músculos responderán mejor al masaje.

#4 Dúchate o, al menos, lávate los pies

¿Quieres hacer feliz a tu masajista? No vengas después de un entrenamiento o una caminata sin ducharte primero. Si has estado paseando en sandalias en un cálido día de verano, date un momento y lávate los pies.

¿Quieres que te frote lo de los pies por todo el resto de tu cuerpo? Pues eso.

La mayoría de los lugares de masaje tienen un baño con toallas de papel. Si no lo tienen, pregunta.

#5 Deja de preocuparte por tu celulitis, cicatrices, piernas sin depilar…

De verdad. No nos importan, ni siquiera nos damos cuenta de ello. Mientras estás en la camilla de masajes, nos concentramos sólo en tus músculos y en la fascia. No nos importa lo que haya encima de ellos. Así que deja de disculparte por esas estrías y piernas peludas.

Son parte de lo que eres y por lo tanto son exactamente lo que deberían ser.

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