¿Por Qué es Bueno un Masaje?

Si habéis trabajado alguna vez como camareros o camareras, sabréis que vuestro trabajo no se limita a tomar nota, llevar los encargos de la cocina la mesa, preparar las bebidas o recoger las mesas.

Una de las cosas que tienes que hacer es conocer a la perfección la carta del restaurante para saber explicar a los clientes ya no sólo lo que lleva cada plato, sino también los precios, cómo se cocinan los platos, y otros detalles.

¿Para qué?

Para poder contestar las preguntas de los clientes, orientarlos en su comanda o  saber recomendar platos según los gustos de los clientes.

La Importancia de un Terapeuta de Masaje Bien Formado

Y exactamente lo mismo tenemos que hacer nosotros como masajistas o como terapeutas en general debemos conocer a la perfección los tratamientos que vamos a incluir en nuestra carta de masajes: tenemos que saber el tiempo del tratamiento, qué productos se utilizan, cuáles son los efectos beneficiosos de ese tratamiento, cuáles son sus aplicaciones, qué tratamiento está más indicado dependiendo del problema de nuestro cliente, de sus gustos o de sus necesidades.

Un terapeuta que no sabe explicar para qué es un tratamiento, no sabe explicar para qué sirve cada masaje, por qué un producto u otro para hacer el masaje, en qué caso no lo debemos aplicar, cuándo es especialmente indicado aplicar el masaje, es un mal terapeuta y da muy mala impresión.

Lo que parece es que no tiene ni idea de qué tratamiento está haciendo.

Algo que remarcamos a nuestros alumnos es que la parte del temario que incluimos nosotros en todos los cursos referente a aplicaciones y efectos de este tratamiento, se la han de repasar cada cierto tiempo para que al final constituya un recuerdo permanente, ya que es muy recomendable saber explicar perfectamente al cliente cada uno de los detalles del tratamiento.

Saber Responder a los Clientes

Una pregunta muy típica que hacen los clientes es: ¿el masaje me iría bien?

La respuesta obvia es “Sí, claro”.

Pero ellos no quieren oír simplemente un “sí”, sino que les comentes los beneficios del masaje para su caso, ya sea a nivel muscular, a nivel emocional, a nivel de estrés, a nivel de la piel, a nivel de sistema linfático, de retención de líquidos, etcétera.

Porque el objetivo de nuestra actividad es saber darle a cada cliente lo que necesita, y si el cliente ve que no tienes claro si quiera en qué consiste el masaje, está claro que no podrás resolver su problema.

Así, siempre que comiences un curso, no pases rápido la parte de la introducción o los primeros temas, en los que se suelen incluir las aplicaciones y contraindicaciones de la terapia que estés estudiando, sino que debes considerarla como una sección muy importante a la que tienes que acudir de vez en cuando para volver a leerla.

Y ya sea  tu propio centro o trabajes en un centro por cuenta ajena, debes conseguir la carta de masajes y estudiarla, teniendo claro el objetivo general de cada masaje, qué partes del cuerpo incluye, qué productos se usan en el tratamiento, cuánto dura, cuál es el importe que paga el cliente, cuáles sus aplicaciones y cuáles sus contraindicaciones.

De esta manera podrás orientar mejor a sus clientes y darles justo lo que necesitan.

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